El año pasado por esta época pudimos disfrutar de un concierto acústico de Anni B Sweet en su Málaga natal que literalmente nos flipó. Así que cuando anunciaron que sería la siguiente invitada al ciclo Palabra de Músico nos hizo una ilusión tremenda, sobre todo porque nos parecía una gran oportunidad para que el público almeriense se reencontrase con esta gran artista y ver si así se reduce el tiempo de lapso entre visita y visita a la tierra del spaguetti western.
Antes del concierto teníamos una cita ineludible y que nos hacía mucha ilusión (la graduación de nuestra amiga Patri), así que llegamos al Teatro Apolo a las 21h en punto. Pero como siempre dejan unos minutos de cortesía, pudimos llegar a nuestros asientos sin problemas. Como en todos los Palabra de Músico, primero tuvo lugar una entrevista que en esta ocasión corrió a cargo de la periodista Marta Rodríguez. Marta hizo una buena entrevista, en la que demostró su experiencia sobre las tablas y en la que consiguió que Anni se mostrase cómoda y distendida durante la conversación. Sin embargo nos pareció que le faltó el puntito de admiración que tuvo Norberto López con Mikel Erentxun y que hizo que aquella sea la mejor entrevista de Palabra de Músico hasta la fecha.
Terminada la entrevista y tras breves minutos dio comienzo el concierto, que abrió Anni sola sobre el escenario armada con su acústica e interpretando «Locked in verses», de su segundo largo de estudio Oh, Monsters! (Subterfuge Records, 2012). Con el segundo tema «Again», de su álbum debut, invitó al escenario a Gabriel Casanova (teclista que también podéis conocer de otras formaciones como Anaut), que la acompañó casi hasta el final de concierto. Anni explicó que los acústicos normalmente los hacía junto a Javier Doria, pero que al no poder acudir a éste, había preparado algo especial con Gabri. Y damos fé: fue especial, muy especial.
Anni y Gabri siguieron interpretando temas de todo el repertorio de la artista como «At home» o «Knives», un tema que «… habla de una época de bloqueo a la hora de componer, por buscar algo en concreto en vez de dejarse llevar». Tras «Motorway» (una de nuestras favoritas y de nuestra Patri) llegó el momento de la primera versión «Pero no es Take on me» adelantó la malagueña, «no voy a decir cual es, a ver si lo adivináis». Entonces se lanzó con el tema y tras concluirlo, varios contestaron ráudamente a la pregunta de la artista «Just like Heaven de The Cure».
En ese momento aconteció algo entre «bonico» y surrealista, pues Anni dijo que tenía que afinar, así que «Si alguien quiere preguntar algo mientras» y para nuestra sorpresa parte del público se puso a preguntar y a hablar sobre sus influencias musicales. No nos habíamos dado cuenta pero estábamos entrando en la recta final, para la que seleccionó temas como «Getting older» o «Chasing illusions».
Tras «Drive» llegó el anuncio del comienzo de la despedida. Avisó que comenzaban los bises pero sin la parafernalia de salir del escenario y recordó cuando en anteriores ocasiones pidió a la gente cerrar los ojos (nosotros los cerramos en Málaga y fue una experiencia, la verdad). El primer bis fue otra versión y esta vez si fue el turno de «Take on me». Después despidió a Gabri y le dio las gracias a él y Álvaro (técnico de sonido) por acompañarla, además de agradecer al teatro el llamarla y anunciar que esperaba tener la posibilidad de volver con la banda al completo. Entonces vino otro momento mágico, de esos que el Teatro Apolo atesora entre sus paredes, y es que desde un lateral le pidieron a Anni que si podía hacer el último tema sin micro. La malagueña aceptó la propuesta no sin alguna queja «vale, pero salga como salga es la última, así que si no queda bien…». Pero nada más lejos de la realidad, el buen hacer de Anni y la acústica del Teatro Apolo se complementaron a la perfección, haciendo que la voz de la artista llegara clara a cada uno de los asistentes y tocándonos la fibra a más de uno con ese broche de oro. Desde aquí sólo podemos dar las gracias a Anni B Sweet, Kuver Producciones y la Concejalía de Cultura por hacer posible otra noche mágica más.
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