Historia de un secuestro (Búho Real, 30.04.2012)

Se apagan las luces del Búho Real; son poco más de las diez. Itziar Baiza se sube a las tablas y agarra su guitarra acústica. Ni rastro aún de Davile Matellán. Es un lunes 30 de Abril, el día elegido para poner fin a un “secuestro” del que han dado debida cuenta las redes sociales.

Lo confesamos: es nuestro primer contacto con Itziar y la primera sensación es de sorpresa. De las buenas. Se planta frente al micrófono, bromea sobre lo impagable que resulta poder ‘disfrutar’ de alguien que afina su guitarra y, cuando termina, arranca con “Burbuja”. Sólo por oírla cantar ya ha merecido la pena la visita al Búho; las letras contribuyen también a la causa. Sabemos que las comparaciones son odiosas, pero como estamos en modo confesionario nos vemos obligados a decirlo: nos recuerda a algo. O, mejor, a alguien. Somos incapaces de no pensar en cierta joven ubetense que también derrocha voz a raudales y tiene una vis cómica digna del Club de la Comedia. Casualidades de la vida, justo a ella le toca, un día después, coger el testigo del dúo ocasional Matellán-Baiza sobre las tablas de la mítica sala. Pero eso es otra historia.

Aunque aún no lo sabemos, la noche va a ser muy dinámica y ahí va a residir buena parte de su encanto. Va a funcionar y muy bien. La abre ella, con cuatro canciones, manteniendo el ‘suspense’, dejando que el juego del secuestro se alargue un poco más. Pone mucho de su parte para meterse al personal en el bolsillo, aunque no hace falta; a los que la conocen, ya les tenía ganados; a los que no, tarda poco en hacerlo. Buenos argumentos musicales y, por si no fuese suficiente, un dulce soborno en forma de brownies –y galletas sin gluten, que aquí hay para todos- termina de allanar el terreno.

Cuando termina el primer bloque de la noche, con una canción sin título para la que dice aceptar sugerencias, presenta por fin a Davile. Siguen las bromas, hablan de la presión y la dura negociación para arrastrar a Matellán al concierto conjunto, y entonces ella le cede el protagonismo. Él aprovecha su primera aparición sobre el escenario para combinar temas nuevos con alguno de Magnética y reconoce lo que se emociona aún al cantar canciones como “Pez de Plomo”. Se le nota cómodo; mucho más que cuando le vimos hace unos meses. Más relajado, se nota que disfruta; que la sala esté llena es sin duda un gran aliciente. La complicidad que se nota con su compañera de esta noche seguro que tampoco hace daño.

Tras otras cuatro canciones vuelve a llegar el relevo, aunque en esta ocasión, se quedan los dos sobre el escenario y comparten “El magnetismo del sonido del calor”, entre nervios, cartulinas de colores que hacen las veces de chuleta y risas. No será la única vez que se pongan mano a mano; la noche depara sorpresas.

Itziar se queda de nuevo sola y llegan entonces sus mejores momentos. Porque si nos hacen elegir, nos quedamos casi sin dudar con “Tu corona no me sienta bien” y “El botón del pánico”. Después va a hablar de lo mal que sientan a veces los bucles y eso, convertido en “No te quedes”, le va a servir para despedirse –dice. No es verdad. Porque ni siquiera se baja de las tablas; se queda para brindarnos el momento más peculiar de la noche. Porque sube Davile y presentan “Un atlas”, surgida de esta unión Matellán-Baiza, pero cuando empiezan a cantar, arrancan caras de incredulidad. Pimpinela. El dúo se acuerda de Pimpinela y casi parece que no hay mejor forma de culminar este fingido secuestro.

A Davile le va a tocar rematar la noche y se ha guardado para ello algunos temas nuevos. Primero, con “Los dirigibles”, nos recuerda la cantidad de cosas que nos perdemos por ir mirando hacia abajo –o la pantalla del iPhone. Y eso acaba convertido en “Otra tragedia griega”, justo antes de acordarse de Magnética, una vez más, para dar la noche –casi- por terminada. Nos pide que le acompañemos con el estribillo de “Enérgica” y, aunque al principio parece que a la sala le cuesta, el respetable acaba respondiendo y él, agradecido.

El tándem Itziar-Davile se junta una vez más para dar, ya sí, por finalizada la noche. “Fix you”, de Coldplay, pone el punto y final a una experimento que ha funcionado muy bien, ya desde los preámbulos.

A nosotros a un nos queda pendiente un pequeño compromiso con una cámara, una promesa y un extintor. Pero eso casi mejor nos lo guardamos… para otro rato.

Álbum de fotos

 Davile Matellán & Itziar Baiza (Madrid, Búho Real – 30.04.2012)

  1. Burbuja
  2. Mi luz
  3. Te biodraminaré
  4. Sin título
  5. La línea recta
  6. Pez de plomo
  7. Lion’s dance
  8. La chica magnética
  9. El magnetismo del sonido del calor
  10. Tu corona no me sienta bien
  11. El botón del pánico
  12. No te quedes
  13. Un atlas
  14. Los dirigibles
  15. Otra tragedia griega
  16. Enérgica
  17. Fix you
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2 comentarios en “Historia de un secuestro (Búho Real, 30.04.2012)

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