Cuando un grupo en su campaña de crowdfunding para grabar su nuevo disco ofrece entre sus recompensas un concierto exclusivo para mecenas, lo que menos se espera uno es que ese concierto tenga lugar en un enclave singular. El grupo en cuestión es Nixon y el enclave singular no es otro que La Alcazaba de Almería, el monumento más importante y emblemático de la ciudad. El pasado sábado fue el día señalado para la cita. A pesar de que el grupo avisó por redes sociales de que se posponía media hora el comienzo, cuando llegamos nos hicieron esperar un poco más mientras escuchábamos de fondo la prueba de sonido.

Una vez que nos permitieron el acceso a la explanada situada al final del primer recinto, al pie de la Muralla de la Vela, observamos un escenario muy bien montado, con muy buena iluminación y todos los instrumentos esperando el regreso de la banda, que había desaparecido con la llegada del público. Pocos minutos después Juanmi, Sergio, Pedro, Dani y Alex hacían su aparición y tomaban posiciones. Cuando comenzaron a sonar las primeras notas de “Alter Ego”, el primer corte del disco, nos sorprendió gratamente la calidad del sonido. Terminado el tema Alex se dirigió a los presentes. “Os hemos hecho esperar mucho, pero no os imagináis lo que hemos pasado para llegar hasta aquí, una cuesta que nadie conoce” –palabras que valían tanto para su trayectoria como banda como para el acceso del equipo al monumento-. Retomaron el concierto con “Viaje interestelar” pidiendo al público que la cantara. Siguieron con el repaso a Alter Ego (2014) interpretando “Diamantes” y “Alex’s song” con unos coros que dejaron claro que el público también se las sabía. Entonces salió Juanmo Giménez a leer el prólogo de El Último Fuego (Linier Discos, 2015), un texto de “La nostalgia de la luz” de Jules  Abensend.

Tras el prólogo, volvieron a la carga con “Infinito”, retomando así la presentación del nuevo material. Antes de lanzarse a interpretar el siguiente tema, aprovecharon para dar la enhorabuena a otra artista almeriense, en este caso literaria, Patricia Alonso, por la publicación esa misma semana de su libro Delirios y Éxtasis (Ravenswood Book Editorial, 2015.)“Porque hoy es un día importante para todos, “Hoy””, pero el resto de la banda hace señas a Alex y “Hoy” cede el turno a “La vida es un segundo”.

Una vez interpretada “Hoy”, vuelven a dirigirse al público. “Hay una canción que grabamos para el disco y que no la metimos porque pierde la esencia del momento”. Entonces Alex y Juanmi se bajaron entre el público y desenchufados y sin micro interpretaron “El mundo en destrucción” en uno de los momentos más especiales de la noche.

La encargada de abrir el último tramo fue “Estoy”, seguida de una mirada atrás con “No puede ser” y volviendo a El Último Fuego para despedirse con “Eclipse”. La recta final estuvo además marcada por los agradecimientos: “a los mecenas, a todos los que han ayudado con otras cosas que no son dinero, a María de PitaSound, a la gente de La Alcazaba,…”.

Mientras la banda abandonaba el escenario, la gente pedía más entre gritos y aplausos. Se hicieron poco de rogar antes de volver a salir y prometiendo tocar otra más pero con una condición: “Que le cantéis el cumpleaños a Germán”. El público cumplió su parte y el grupo, antes de hacer lo propio, pidió un aplauso al personal de seguridad de La Alcazaba que esa noche se quedaba hasta las tantas por ellos. El tema elegido para poner el broche de oro a la noche fue “Echo de menos Berlín”.

Nuestro balance: un concierto de los más especiales que hemos vivido, con un grupo de sonido mucho más asentado que se deja notar en mejoras como los coros y unas ejecuciones mucho más brillantes. Así que no podemos hacer otra cosa que recomendaros encarecidamente que no os perdáis la presentación oficial del disco en el Teatro Apolo de Almería el próximo 17 de octubre.

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