No era un viernes más. Esta vez había muy buenos alicientes para dejar aparcado el cansancio acumulado de la semana y echarnos a la calle rumbo al Ego. La sala alcalaína nos sigue dando alegrías y para este primer viernes de octubre nos tenía preparado un gran plan. A cuatro días de la publicación de su nuevo largo, Secret Fires, Javi Vielba y Rubén Marrón hacían parada técnica en Alcalá de Henares para adelantar un buen puñado de las nuevas canciones en formato Guitar Duo. Como aperitivo, para ir abriendo boca, un crack local, Manuel Flecha, tan inquieto o más que los dos pucelanos y que en esta ocasión se presentaba en la sala Ego Live solo, bajo el nombre de Flechmann.

Aunque la cita era a las once de la noche, en una de esas arraigadísimas costumbres de buena parte del circuito nacional de salas, la cosa iba a empezar con retraso y cuando Manuel Flecha apareció sobre el escenario armado con su guitarra acústica y un contundente cuaderno, el reloj ya pasaba de las once y media.

Flecha iba a repetir en varias ocasiones que llegaba sin orden; pasaba páginas en su cuaderno y sobre la marcha iba seleccionando temas propios y ajenos. Pero daba igual. Jugaba en casa y a la mitad del público ya lo tenía ganado. Para ganarse a la otra le sobraron un par de canciones. Tenía enganchado al personal cuando tiraba del repertorio  de Musselman con canciones como Flame, Wicked mind o Cold Breeze, y dejaba momentos geniales cuando se acordaba de Ben Harper (Diamonds on the inside), Jimi Hendrix (Crosstown traffic) o Motörhead (Ace of spades), aunque nos terminaba de ganar con el “Ain’t got no” de Nina Simone.

Fue tal el buen rollo que se creó que, a pesar de que tras él quedaba el plato principal, todos nos resistíamos a que se marchara. “Se va a cagar la perra,” fue su respuesta a los gritos de más, justo antes de cerrar a ritmo del “Crazy” de Gnarls Barkley.

Para la conexión pucelano-alcalaína habíamos conseguido captar a nueva compañía que ponía cara de extrañeza cuando, antes del concierto, hacíamos un esfuerzo por describirles a Vielba. Media canción tardaron en entenderlo a la perfección. Porque si hiciésemos un ranking, seguramente el pucelano no sería el primero en textos, voz o guitarra, pero en conjunto estaría, sin dudarlo, si no en lo más alto, en uno de los cajones del podio. Porque pocos frontman hay ahora mismo en panorama nacional que le puedan hacer sombra. Hace tiempo nos referimos a él como el gran predicador del rock patrio y seguimos creyendo que no hay mejor descripción.

A la Sala Ego Live llegaban él y Rubén Marrón solos, armados con un par de guitarras y un bombo para demostrar que, cuando hay materia prima, sobra con los elementos justos. Carisma y talento sobre el escenario había. Mucho. Y eso que llegaban a Alcalá algo cansados después de un montón de horas de promoción, radio y entrevistas. “Hemos tenido un día duro, estamos un poco muñecos,” decía Vielba antes de arrancar con “Muddy River”. “Esperemos que la música obre milagros”. No anduvo lejos la cosa.

El repertorio que traían no era extenso, pero iban a tener cabida muchos de los grandes temas de los pucelanos, dándole menos peso a su nuevo vástago de lo que habría cabido esperar. Los recién llegados iban a estar bien protegidos por temas ya de sobra rodados. Si ahora suena “New Road”, detrás viene “Everything”. En realidad, no habría hecho falta, porque las nuevas demostraron valerse solas y canciones como “Owners of the world” o “Wooden nickles” funcionaron en directo tan bien o mejor incluso que en el disco.

La gente por su parte estaba más respetuosa que participativa, pero algún pequeño empujón de Vielba consiguió que muchos vencieran la timidez y se animasen a acompañar a los pucelanos. Así, tras aprovechar “Survive” para dar las “gracias a la sala y a todos”, en “Dirge» iba a reclamar algo de colaboración. “Esas palmas pueden ser de gran ayuda”. Roto el hielo, la comunión ya iba a ser total. “Somos Arizona Baby y vosotros también. Y lo sabéis,” diría Vielba al presentar “It helps if you sing”. “Cantar ayuda. Está la cosa jodida pero echas un cantecito y se arregla”.

Para los bises quedaba una gran terna que iba a funcionar muy bien, con la última de las nuevas –“Real lies”- como avanzadilla y dos apuestas seguras para rematar. “Cuando le dices al Sr. Marrón “Házme algo con el Mi”, te fumas un peta y lo flipas media hora”. Y, efectivamente, lo que hacía a continuación Rubén Marrón se convertía en la enésima muestra de que lo suyo con la guitarra es puro espectáculo. Era, además, el preludio a la fiesta que es siempre “Shiralee”. Lo malo, como suele pasar, es que también iba siendo el preludio a un final que llegaba antes de lo que a muchos nos gustaría y con “The truth” y el anuncio de que se habían traído un puñado de copias de Secret Fires en primicia, Vielba y Marrón se despedían de los alcalaínos dejando ganas de más.

Mientras nos íbamos, sólo nos rondaba una cosa por la cabeza: tras Los Coronas y Arizona Baby, al Ego sólo le queda un pequeño paso para cerrar el círculo. ¿Será 2015 el año de Corizonas?

Álbum de fotos

Flechmann & Arizona Baby (Alcalá de Henares, Sala Ego Live – 03.10.2014)

Flechmann

1. Flame
2. Wicked mind
3. Cold breeze
4. Diamonds on the inside (Ben Harper)
5. Narrow path
6. Ain’t got no (Nina Simone)
7. Freaks
8. Crosstown traffic (Jimi Hendrix)
9. Ace of spaces (Motörhead)
10. Old man (Neil Young)
11. Snake in the floor
12. Crazy (Gnarls Barkley)

Arizona Baby

1. Muddy river
2. New road
3. Everything
4. 16 tons
5. It is called work
6. Owners of the world
7. Sugar bee
8. Wooden nickles
9. Where the sun never sets
10. Survive
11. Dirge
12. It helps if you sing

Bises

13. Real lies
14. Shiralee
15. The truth